Te cuento sobre mi...

Desde chica siempre era la única que escuchaba a mi tía la astróloga. Me gustaba que me dijera cosas sobre mi a través de la carta natal, y que también me tirara el Tarot. Me la podía pasar así todo el día mientras el resto de la familia hablaban de cualquier otros temas.

A mis 27 años comienzo a sentirme mal anímicamente. Tenia trabajo, pareja, pero algo adentro mío me hacia ruido. Había estudiado administración de empresas, hecho la carrera en tiempo y forma, comenzado a trabajar en multinacionales y contaba actualmente con un trabajo que cualquiera otra chica de mi edad hubiera querido tener: había logrado moverme al área de modas dentro del “amazon de Latinoamerica”. También había viajado mucho, y tenia un novio que amaba. Pero así todo me sentía mal por dentro.

De un día para el otro, se me da todo junto: el cambio de área dentro de la empresa a en teoría el puesto de mis sueños, no resulta ser lo que parecía ser, y me aburro, me frustra. Mi sentimiento es como el de cuando te vas a comer esas manzanas bien rojas brillantes, pero que luego cuando la muerdes está podrida. Recuerdo estar mirando por la ventana de un piso 17, de las mejores oficinas de Buenos Aires, con vistas al rio. Un ambiente divino. Pero me preguntaba: voy a estar así toda mi vida? Comencé a sentir como que estaba perdiendo el tiempo. Paralelamente lo dejamos con mi pareja de varios años con quien ya convivía y había proyectos a futuro. También dentro mío era como, voy a estar con el para el resto de mi vida? Todo me abrumaba, me asfixiaba, me confundía.

El dolor por la muerte de mi padre cuando era pequeña re aparece en mi vida (lo había tenido hasta entonces bien sepultado) y junto con lo que estaba viviendo actualmente: sentir que no encajaba con los mandatos sociales por todo lo que estaba viviendo, no tener un trabajo que me llenara, tampoco una pareja estable, estar saltando de relación en relación frustrada, con muchos vaivenes emocionales fue lo que me acercó a preguntarme acerca del sentido de la vida. Y así lograr dar con mi primer maestro.

Mi mamá y mi tía me comentan sobre un psicólogo (pero no cualquier psicólogo, ya que era también astrólogo). Fui entonces a verlo y lo primero que hizo fue preguntarme por mi hora de nacimiento. Al poco tiempo me da el alta pero me dice que sería bueno que estudie astrología porque veía en mí ese talento. Comenzó en mi otra vida paralela.

Comienzo a sentirme atravesada por dos facetas diferentes: por un lado una Carolina que estudió administración de empresas y trabajaba para multinacionales y por otro lado una Carolina astróloga, humanista, yogui, que tira las runas para sanarse y sanar a los demás desde un plano espiritual.

Hoy doy un paso y me doy cuenta que puede estar todo junto. Descubro que estos dos mundos aparentemente tan opuestos pueden convivir en armonía preservando mi identidad espiritual y nutriendo mi lado emprendedor.

A los 28 dejo todo y me voy para Europa. Donde termino quedándome porque me enamoro de la ciudad de Barcelona y de una persona (hoy día el padre de mi hijo). Allí es un período de varias subidas y bajadas, pero sobretodo de muchísimo aprendizaje. Me permito ser y sacar otra versión mía. Aprendo finalmente a dejar de depender emocionalmente de otras personas, a de a poco ir encontrando sentido a mi vida. Profundizo en la muerte de mi padre y aprendo muchísimo. Sano esa relación. Entro profundo en mí y logro parar un poco ese bucle negativo angustiante. Comienzo a encontrar explicaciones a lo que estaba viviendo, y a conectar por primera vez con mi propio deseo. Me animo finalmente a ejercer como astróloga, comienzo también un master en desarrollo personal, inteligencia emocional y Coaching. Mi vida cambia. También arranco a formar parte de una escuela de Filosofía. Me re – enamoro de la vida.

Pase de sentirme perdida, donde la vida no tiene sentido, con vergüenza de contar lo que me sucedía a otros, bronca, rabia, enojo, tristeza, miedo por lo que me sucedió y por lo que pensaran de mi; sentir que los demás me tenían lastima, pena, que me veían como una pobrecita. Mi mente estaba en el..uf que agobio. Porqué a mi me tuvo que pasar? Qué hice? Porqué me merezco esto? Y ahora que hago? Se repetirán siempre los mismos patrones y experiencias una y otra vez?….

A pasar a sentirme empoderada, con fuerza y poder interior. A lograr poco a poco salir de esos bucles mentales, de esos dramas emocionales, a recuperar mi autoestima, mi eje. A sentirme más feliz y en paz cada día.

La única conquista que trae paz y felicidad es la conquista de uno mismo” Budha.

Hoy me defino como Coach y Astróloga, con enfoque Psicológico, Evolutivo y Vocacional. A través de tres disciplinas integradas, trabajo en el autoconocimiento de las personas, para lograr un mayor bienestar. La Astrología es el pilar fundamental que se complementa con mi formación como Coach profesional y mis estudios en Filosofía, base teórica que funciona como soporte de cada encuentro. “Nacemos con una serie de cualidades, fortalezas, virtudes, talentos, capacidades y habilidades, pero a menos que sepamos detectarlas y desarrollarlas, permanecerán ocultas en las profundidades de nuestro ser”. El estado de equilibrio y el amor propio se pueden alcanzar de diversas maneras. Para mí, una de las herramientas más poderosas en la búsqueda de sentido es la Astrología: “la carta natal es un diagnóstico profundo del ser. Es el mejor espejo en el cual poder mirarnos”. Por otro lado, utilizo el Coaching para bajar a la tierra el basto contenido que arroja la carta de cada uno, encontrando herramientas prácticas para acompañar en la transformación personal.